Recreación de "La libertad guiando al pueblo", de Eugene Delacroix.

¿Lo de Franco era una dictadura? Claro. Pero no era “la dictadura”, sino una dictadura, como tantas, que comenzó cuando le encomendaron la tarea de hacerse cargo del gobierno y terminó cuando aquel régimen eligió otro dictador. Cuando murió ya hacía tiempo que Franco no ejercía el poder.

Lo de Franco fue una dictadura como lo fue lo de Lenin, lo de Stalin, lo de Mussolini o lo de Hitler. Como lo son hoy la cubana, la venezolana o la nicaragüense.

Franco fue un dictador, claro, como lo fueron Miguel Primo de Rivera, Napoleón y Julio César. Porque una dictadura no es ni buena ni mala, solo es una forma de ejercer el poder. Y, como cualquier otra, puede ser democrática o no.

Julio César fue nombrado dictador por el Senado Romano; Napoleón por la Asamblea Francesa; Franco por las Cortes Españolas; Maduro por la Asamblea Nacional Bolivariana. De estos cuatro, sin duda, el más ilegítimo es Maduro, que al no tener legitimidad real tiene que falsificar las elecciones cuando toca hacerlas. Los otros tres eran dictadores legítimos. Y eso gustará a unos y no gustará a otros, en cada caso. Pero es así. Y, desde luego, no se pueden cambiar esos hechos históricos por muchas leyes que se promulguen en España, en sus comunidades autónomas o en la Unión Europea.

Formalmente, la Unión Europea también es una dictadura, como lo es la Federación Rusa. Putin ha sido nombrado dictador por los rusos y eso le hace tener incluso más legitimidad que la dictadora de la Unión Europea, que ha sido elegida por unas oligarquías, en base a mantener el equilibrio de intereses internos de esas oligarquías. Como Napoleón o Julio César.

Que un país o una federación de países elija convertirse en una dictadura no es un problema en sí mismo, los romanos lo hacían de forma consciente y con muy buenos resultados: muchos de los hoy admirados lideres romanos, con calles, plazas y estatuas por toda Europa un par de milenios después, fueron dictadores. El problema está en como se ejerce ese poder. Y ahí tenemos dictaduras autoritarias, como la Federación Rusa y dictaduras totalitarias, como la Unión Europea.

Y no, ni me vuelto loco, ni estoy siendo hiperbólico: el proyecto europeo, el proyecto de la Unión Europea para ser más exactos, porque la Unión Europea no es Europa, aunque aspire a ello, es claramente totalitario.

De que esto que acabo de decir es cierto tenemos tantas pruebas, y son tan sólidas, que más que que es cierto, tendría que decir que es irrefutable.

Que la Unión Europea ha puesto en marcha un proyecto totalitario se demostró en su intervención en Ucrania en 2014, que hizo caer al gobierno prorruso de entonces (que era el que habían elegido los ucranianos) aupando a Zelenski, que fue un candidato claramente fabricado, un pelele que ha desempeñado muy bien el papel para el que fue seleccionado, una cosa no quita la otra. Aquella intervención provocó la reacción de la Federación Rusa. A nosotros, desde nuestro totalitarismo democratizante (por cierto: democracia es lo que nosotros decimos en cada momento que es democracia, pero eso no tiene por qué ser así), la intervención militar rusa nos puede parecer ilegítima, pero a los rusos lo que les parece ilegítimo es que la OTAN quiera instarse en su frontera. Y nos guste o no, están en su derecho. Como estuvo en su derecho la URSS cuando intentó montar una base de misiles en Cuba un par de meses antes de yo nacer y como estuvo en su derecho EEUU de intentar evitarlo. De hecho, aquello termino en un acuerdo que supuso, en la práctica, el desmantelamiento de la que tenían los EEUU en Turquía que, probablemente, era lo que los soviéticos buscaban.

Pero hay muchísimas pruebas más. El acoso al anterior gobierno polaco, hasta que consiguió derribarlo, el permanente acoso al húngaro por sus legítimas posiciones en determinados asuntos internos (no olvidemos que el gobierno húngaro goza del respaldo mayoritario de los húngaros, sin que nadie se haya atrevido siquiera nunca a poner en duda sus procesos electorales. Es más: el gobierno húngaro es el más estable de todos los de la Unión Europea).

El acoso a estos gobiernos es la consecuencia natural de la pretensión totalitaria de la Unión Europea. Los motivos que se han aducido, por ejemplo el que se usó en su momento contra el anterior gobierno polaco, se caen por su propio pie: si se sancionó a Polonia por pretender aprobar una ley que modificaba la edad de jubilación de los jueces (fuera cual fuera la intención del parlamento polaco para promulgarla), imaginaos qué tendría que haber hecho ya la Unión Europea, en base a los mismos presupuestos, con España, que tiene un Fiscal General del Estado procesado por graves de delitos y que, nombrado directamente por el gobierno, actúa al dictado, no ya del gobierno, sino del partido político que lo sustenta.

Pero el culmen, la prueba del ocho de que el proyecto de la Unión Europea es un proyecto totalitario, es su intervención en las elecciones rumanas. Yo no tengo ni idea de política rumana, no conozco a ninguno de los candidatos, no sé cuales de ellos son corruptos, cuales son los prorrusos y cuales los europeístas (europeísta, quiere ya decir “partidario de que la Unión Europea se convierta en Europa”. E insisto las veces que haga falta: aunque el 90% de los europeos haya creído la falacia de que la Unión Europea es Europa, seguirá siendo una falacia, porque no lo es). Pero si sé una cosa: no se puede eliminar de los procesos electorales a los candidatos que no te gustan. Eso es lo que la Unión Europea dice que hace Putin (y no será yo quien niegue que eso es así) y eso es lo que hace Maduro en Venezuela con el beneplácito, por cierto, por acción u omisión, de esa Unión Europea que se ha erigido -no se en nombre de quién- en guardiana de las esencias democráticas.

Podréis decirme que la UE tiene derecho a inmiscuirse en las elecciones rumanas y no en las venezolanas, porque Rumania es miembro de Unión Europea y Venezuela no. Pero: ¿acaso es miembro de la UE Ucrania? ¿Lo era en 2014 cuando auparon a Zelenski, ayudando a derribar al presidente Yanukóvich? Que sí, era prorruso, como es pro-occidental Zelenski; pero ese hecho, por sí mismo, no da ni quita legitimidad. Salvo para los totalitarios de uno y otro lado, claro.

Sí, la unión europea es una dictadura con rasgos totalitarios que terminará mal, porque los totalitarismos, más tarde o más temprano, siempre terminan mal si no son lo suficientemente fuertes. Y la Unión Europea, no lo es. A Robespierre terminaron cortándole la cabeza, Napoleón terminó confinado en una isla (dos veces), Julio César, cosido a cuchilladas, Mussolini colgado boca abajo,…

La Unión Europea podrá prohibir por ley que sus ciudadanos piensen que la política de fronteras abiertas es un suicidio, que lo de la Europa multicultural no ha funcionado, que biológicamente los seres humanos solo somos varones, mujeres y, en muy contadas ocasiones hermafroditas, que es un disparate hormonar o realizar amputaciones a niños para cambiar las manifestaciones externas de su sexo, que la del calentamiento global, tan y como está planteada, es un teoría totalmente acientífica,…

Pero no creo que se atrevan a encerrarnos o a matarnos a todos como hicieron con los vandeano para garantizar su libertad, su igualdad y su fraternidad. ¿O Sí?

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