Nací accidentalmente en Sevilla a finales de 1962, de modo que soy un “boomer” de pata negra. Tan de pata negra que me crie -me curé- en la Sierra de Huelva.

He hecho tantas cosas que me haría sentir muy mal descubrir que no he hecho ninguna buen, aunque mucho me temo que podría ser. Me terminé licenciando en psicología después de dar muchos bandazos. Tuve durante unos años un trabajo muy chulo que me permitió conocer con bastante profundidad el país del que no me importaría ser ciudadano: Portugal.

Soy católico, practicante de misa de domingo y alguna más. Suelo entrar en las iglesias si las veo abiertas; me siento en paz y rezo. También salgo cuando puedo en una cofradía en Semana Santa. Vamos, que soy “ese trueno vestido de nazareno”.

Tengo una familia estupenda, de la que me siento realmente orgulloso. Ver crecer a mi hijo y acompañarlo en su camino hasta donde él y Dios me dejen es mi principal ocupación y el trabajo del que más orgulloso me he sentido nunca.

No es que me incomode la cuestión, pero no sabría decir si soy de derechas o de izquierdas, porque creo que ambos términos están mal definidos. Pero, entre conservador o reformista y revolucionario, me quedo con la primera parte de la ecuación. Así, como ya tengo una edad, podríamos decir que soy un señor de derechas, respetuoso y, siempre que la situación lo permite, amable.

Utilizaré este espacio para exponer mis opiniones sobre asuntos que me interesan o me preocupan, para contaros las impresiones que me producen los sitios que visito y los caminos que recorro.

También escribo poemas, cuentos, canciones y las canto. Esos trabajos los voy subiendo a este otro espacio: juanignaciogutierrez.es